El Ejército de Sudán acusó hoy al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de emplear a «menores de 15 años» y «delincuentes» en sus filas, en los combates que enfrentan a ambos bandos en Jartum y otras zonas del país africano desde mediados de abril.
En un comunicado, el portavoz del Ejército, coronel Nabil Abdalá, afirmó que «el enemigo empezó a emplear a niños menores de 15 años en sus operaciones militares en una clara violación del derecho internacional y humanitario».
Aseguró también que «los rebeldes atrajeron a varios delincuentes y fugitivos de las prisiones y los utilizan como combatientes para llevar a cabo operaciones criminales».
El portavoz militar no dio a conocer detalles sobre el número o la situación de los niños sudaneses que figuran entre los más afectados por la trágica crisis humanitaria, sanitaria y de seguridad que los violentos combates originaron en todo el país africano, particularmente en Jartum y las regiones occidentales.
Destacó, no obstante, que «las operaciones de nuestras tropas continuarán para acabar con todos los focos en los que se encuentra el enemigo en cualquier lugar del país».
El Ejército sudanés bombardea con aviación y artillería, casi a diario, supuestas posiciones de los paramilitares en el sur y el norte de Jartum, así como en la parte meridional de la vecina ciudad de Um Durman, donde también informa de cuando en cuando de la muerte de «decenas de rebeldes» en «operaciones de peinado» de sus fuerzas especiales.
«Nuestras tropas continúan sus operaciones según lo planeado hasta que acaben con la rebelión», insistió.
Los paramilitares acusaron el viernes al Ejército de bombardear con aviación y artillería pesada barrios de Jartum «de forma continúa e indiscriminada», y dijeron que ataques similares causaron el jueves la muerte de al menos 26 personas en la capital, lo que no ha podido ser confirmado por otras fuentes.
El conflicto en Sudan comenzó el 15 de abril cuando las tensiones entre el Ejército y las FAR estallaron en combates abiertos y operaciones a gran escala por parte de las Fuerzas Armadas para expulsar de la capital a las unidades del grupo paramilitar.
Al finalizar el tercer mes de enfrentamientos, la semana pasada, al menos 3.100 civiles han perdido la vida y otros más de 6.000 han resultado heridos de gravedad, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud sudanés, que ofrece estadísticas oficiales a la ONU sobre el número de víctimas mortales.
El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Martin Griffiths, dijo el pasado día 15 que más de 3 millones de personas -la mitad niños- han huido de esa violencia, tanto dentro como fuera del país.
Subrayó también que la mitad de los niños que permanecen en Sudán, unos 13,6 millones, necesitan ayuda humanitaria urgente.
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