Indecisión y riesgo son las palabras que describen la situación de los peatones que transitan por el kilómetro 25 de la Panamericana. En este tramo, muchos ciudadanos se encuentran en un dilema entre ser atropellados o ser robados al utilizar la pasarela.
A pesar de la presencia de policías que vigilan y obligan a los peatones a utilizar la estructura, la irregularidad persiste. Los ciudadanos retoman su costumbre de cruzar la vía sin tomar en cuenta los peligros a los que se exponen.
La situación es especialmente crítica en la zona de Farmatodo Los Teques, donde los habitantes de La Matica se ven obligados a cruzar la Panamericana para llegar al centro de la ciudad.
Ante esta situación, Angélica Sotillo, residente de la zona, hizo un llamado a la conciencia ciudadana: «La pasarela está en buenas condiciones, no hay excusa que valga para justificar no usarla».
«Es necesario que los peatones tomen conciencia del peligro que corren al cruzar la vía sin precaución y utilicen las estructuras destinadas para su seguridad. La vida es lo más importante y debemos cuidarla«, finalizó Sotillo.
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