Maestra que pidió a sus alumnos que llevaran semen a clase finalmente rompió el silencio

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María Inés Peredo salió a dar la cara, tras protagonizar un escándalo que revolucionó a toda Bolivia. La maestra de biología de la unidad educativa Juana Azurduy de Padilla en el municipio de Mineros (Santa Cruz), pidió a sus estudiantes llevar semen como tarea de una clase de educación sexual y provocó la indignación de toda la comunidad.

El caso llegó a la justicia a partir de la acción de un padre de familia de uno de los jóvenes, que denunció a la profesora ante el Ministerio Público por “corrupción de menores”. La escuela suspendió a la mujer mientras avanza la investigación.

Ante el escándalo, la mujer salió a dar la cara y en una entrevista con el medio Unitel afirmó sentirse mal por la atención mediática que está recibiendo y pidió una disculpa a la sociedad por la “malinterpretación” de su asignación.

El pedido de disculpas: “No soy pervertida”

La docente aseguró que solo sugirió que “aquel que quiera donar” su semen, lo lleve a la clase para hacer un trabajo de verificación de la estructura del espermatozoide y comprobar cuánto tiempo vive en un lugar húmedo, informó El Deber.

«Ese era mi objetivo como maestra y no como dicen algunos medios de pervertir a los alumnos y que se fueran a masturbar y trajeran en un frasco, en ningún momento mi intención fue esa”, aseguró la maestra.

«Yo soy una madre de familia que tengo cuatro niños pequeños y no soy ninguna pervertida, lo único que hice fue seguir la currícula del Ministerio de Educación, que está ahí plasmado los métodos anticonceptivos y el aparato de reproducción masculino», añadió.

Angustiada por los escraches sufridos, la mujer pidió clemencia: «Ni a los peores criminales le hacen esto, yo no he matado a nadie, no he violado a nadie».

«Si por impartir una clase de educación sexual tengo que ir a la cárcel, ya la población lo dirá, porque tarde o temprano los jóvenes van a llegar a enterarse por un medio o por otro, yo estoy impartiendo conocimiento y si me he equivocado pido disculpas a toda la sociedad de Minero y de Bolivia», expresó la docente entre lágrimas.

Pudo volver al aula

El pedido de piedad de la mujer conmovió al padre que la denunció y, dos días después de hacerse público el caso, el denunciante desistió de la demanda y las autoridades educativas le autorizaron a la docente el retorno a aulas.

La mujer llegó en una moto a la unidad educativa, con una sonrisa saludó a los estudiantes, quienes la abrazaron y aplaudieron. «Tras ser recibida por los estudiantes, no pudo contener la emoción y derramó algunas lágrimas mientras era abrazada por los escolares», indicó el medio Opinión.

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«Estoy feliz de estar nuevamente con los muchachos, los extrañé un montón, fue como estar lejos de mis hijos», aseguró emocionada María Inés.

CLARÍN

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