#Opinión | Constitución del 61: La falsa libertad económica – Por Aldo de Vivo

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Análisis liberal del capitulo económico.

El siguiente artículo busca demostrar desde el enfoque económico liberal que Venezuela no fue, en ningún momento, una economía de libre mercado en los 40 años de bipartidismo socialista (AD-COPEI). Tan solo habría que leer el capítulo económico de la Constitución de 1961 que rigió hasta la ruptura del hilo constitucional el 15 de diciembre de 1999 con el proyecto de Chávez, para darnos cuenta de ello.

Recordemos tan solo el primer artículo del Capítulo V de título «Derechos económicos» de la nombrada constitución:

Capítulo V

Derechos económicos

Art. 95. El régimen económico de la República se fundamentará en principios de justicia social que aseguren a todos una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado promoverá el desarrollo económico y la diversificación de la producción, con el fin de crear nuevas fuentes de riqueza, aumentar el nivel de ingresos de la población y fortalecer la soberanía económica del país.

El ordenamiento económico de la República de Venezuela era nada más y nada menos que de «justicia social» y que respondiera a la «colectividad». Para quien no lo sabe, el argumento de la justicia social es utilizado por la izquierda para justificar el robo y quiebre de unos, para darle a otros, es por ello que más adelante confirman ésto, al decir que la economía debe responder al colectivo.

‌¿Dónde quedó el libre mercado que se rige bajo la moral de los derechos naturales de la vida, libertad y propiedad? O ¿Dónde queda el individuo?. Pero no nos sorprenda esto, pues los actores de esos 40 años se encargaron de minimizar, aislar, ocultar o atacar a quienes promocionaban las ideas de la libertad o destacaban como individuos libres, a saber: Carlos Rangel, Sofía Imber, Renny Ottolina, Uslar Pietri, Henrique Pérez Dupuy, Humberto Fernández-Morán, Juan Loyola, entre otros tantos venezolanos ilustres que difícilmente figuran tan notablemente en nuestra historia.

Dejando lo social a un lado, lo económico no es poca cosa, recordemos algunas de las medidas tomada en esa cuarta República, específicamente en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, que multiplicó el tamaño del Estado, aumento la política clientelar, fomentó el paternalismo gubernamental, causó el endeudamiento público, el déficit fiscal y con ello, la emisión monetaria que trajo consigo el despegue de la inflación hasta nuestros días (porque debemos dejar de ser cortoplasistas):

1) Entre el 24 de enero y 27 de febrero del año 74 se crearon 3 universidades públicas: la Universidad Simón Rodríguez, el Instituto Universitario Politécnico de las Fuerzas Armadas Nacionales y la Universidad Nacional Experimental del Táchira.

2) Regularización del precio de las arepas con relleno por parte del Estado, causando cierres masivos de areperas.

3) El 31 de marzo del 1974 el congreso aprueba una ley habilitante a Carlos Andrés Pérez que le permite “dictar medidas extraordinarias en materia económica y financiera”.

4) 27 de agosto de 1974 año el gobierno crea el Banco de Desarrollo Agropecuario para promover y financiar empresas agrícolas, pecuarias, forestales y pesqueras.


5) El 31 de agosto de 1974 compra el canal Venezolana de Televisión por 25 millones de Bolívares.

6) El 30 de octubre de 1974 se decreta la absoluta nacionalización del Banco Central de Venezuela, en la cual se abandona prácticamente el patrón oro y el bolívar pasa a depender del dólar en las reservas internacionales.

7) Se crea la “Beca Gran Mariscal de Ayacucho” (gasto público)

8) En 1975 se nacionaliza el hierro.

9) En 1976 se nacionaliza el petróleo y se crea “Petróleos de Venezuela S.A.”

10) Se aprueba la “Ley Contra Despido Injustificado”, información que se puede encontrar en la Gaceta Oficial No. 30.468, del 8 de agosto de 1974.

11) Se aprueba la “Ley de Pleno Empleo”.

Toda estas medidas económicas, entre tantas otras, llevaron al país a una quiebra total, y si bien ese período es recordado como de bonanza, vayamos a ver las cifras que revelan esta farsa, recordemos, dato mata relato (acostumbre a pedirle datos a los políticos).

Hagamos una división histórico-económica de Venezuela basados en los datos de PIB, inflación y gasto público, para corroborar lo que se viene diciendo:

1) 1951-1957 (Pérez Jiménez) la inflación era de 0.7% súper óptima, el PBI era de 9.4% un ingreso considerable para los ciudadanos y el gasto público tan solo era de 18.4%. Es decir, es un escenario de libertad económica muy grande y óptimo.

2) 1958-1973 (llegada del socialismo): la inflación paso a 2.1%, aceptable pero ya indica que hay emisión monetaria pues aumenta 1.4%, el PIB baja (menos dinero para la gente) a un 5.4% y el gasto público (justicia social) sube a 20.5%.

3) 1974-1998 (crecimiento del Estado y la política clientelar): la inflación se dispara gracias a la emisión monetaria del banco central a un 29.8%, el Producto Interno Bruto (PIB) se desploma a 2.4% y el gasto público, gracias a la políticas paternalista, se dispara a 28.8%.

Fuente: Banco Central de Venezuela y FMI.

Queda más que probado que esa economía de «justicia social» (planificada y centralizada en y por el Estado) que respondía, según, al «colectivo», solo llevó a Venezuela a un desastre económico que trajo consigo un descontento social (desempleo, pobreza, baja calidad de vida) que llevó a deslegitimar el Estado de derecho y sirvió de abono para que un tirano saliera de la nada y se hiciera del poder, si ese fue Chávez.

¿A qué debe responder entonces la economía para evitar estos escenarios?

Un buen capítulo económico de la nueva Constitución de la República de Venezuela debe contemplar un ordenamiento económico de libre mercado, respeto irrestricto a la propiedad privada, quitar al estado el monopolio del suelo y subsuelo, eliminar, privatizar o independizar el Banco Central y colocar límites de endeudamiento y gasto público.

En pocas palabras, hablamos que la economía pasaría a depender de los privados y los individuos, tal como funciona en los países con altos índices de libertad económica, política y bajos índices en corrupción.

Mi pregunta para ustedes es ¿Qué prefieren, que los enseñen a pescar y montar un negocio de pesca para hacerse millonarios o que el Estado les de el pescado y los mantengan viviendo en el rancho y pobres?. Ya vivimos en carne propia uno de esos dos modelos y creo que a nadie le gustó, pues bien, la solución es hacer todo lo contrario a lo que se hizo y lo que las experiencias de países potencias demuestran: capitalismo de libre mercado.

Por Aldo de Vivo

Politólogo, activista y miembro de Rumbo Libertad Twitter: @AldoDeVivo

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